miércoles, 10 de diciembre de 2014

LOS DÍAS DE MÉXICO (Una crónica de Santiago Gil)

La literatura canaria vivió esta semana un momento histórico con el acto que le dedicó la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL 2014) a las letras insulares.

Hace algo más de un año alguien nos dijo que la meta tenía que ser Guadalajara. Se estaba hablando cada vez más de la literatura que se estaba escribiendo en Canarias, y esos ecos también andaban rondando la feria más importante de las letras hispanas. Ahora escribo en el avión, recién salido de esa fiesta inolvidable a la que fui invitado junto a la editora digital Guadalupe Martín Santana y a los escritores José Luis Correa, Rafael-José Díaz y Pablo Martín Carbajal. Pero no solo estuvimos en la FIL 2014. Hubo mucho más. Canarias también sonó en la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM) y en el III Encuentro de las Letras de Puebla. Detrás de todos estos actos están las instituciones que nos invitaron a participar en estos eventos: la Cátedra Vargas Llosa, la Fundación Biblioteca Cervantes Virtual y la propia Feria de Guadalajara.

Jornadas en la UNAM

La UNAM, de México DF, cuenta con más de cuatrocientos mil estudiantes. Durante dos días dedicó unas jornadas a las letras canarias en las que tomaron parte algunos de los intelectuales más reconocidos del país. Todo fueron facilidades desde que se planteó la celebración de esas jornadas por parte de la Cátedra Vargas Llosa y de la propia UNAM. Había dos nombres que abrían todas las puertas: Agustín Millares Carlo y Benito Pérez Galdós. El primero de ellos es casi venerado en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas y en la Biblioteca Nacional. Sus años como catedrático en la UNAM dejaron una estela inolvidable y, sobre todo, alumnos y compañeros como José Pascual Buxó o Miguel López- Portilla, que con el tiempo se han convertido en referentes de la cultura mexicana. Inauguró las jornadas la directora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, Guadalupe Curiel. El primer día (24 de noviembre) se celebró una mesa dedicada a Galdós en la que tomaron parte los profesores Alejandro González, Alma Mejía y Lilia Vieyra, y otra dedicada a Millares Carlo en la que participaron los catedráticos de la UNAM José Pascual Buxó, Ascensión Hernández de León-Portilla y Laurette Godinas.

El segundo día comenzó con una mesa redonda sobre literatura canaria que, moderada por el escritor Vicente Quirarte, contó con las intervenciones de José Luis Correa y Pablo

Martín Carbajal. En esta misma mesa, gracias a las nuevas tecnologías, también se proyectó un vídeo protagonizado por el escritor Emilio González Déniz. Seguidamente tuvo lugar otra mesa redonda sobre la literatura canaria actual y las nuevas posibilidades digitales. En este caso conformamos la mesa Guadalupe Martín Santana, Rafael-José Díaz y un servidor, contando con la moderación de la profesora de la UNAM, María Andrea Giovine.

III Encuentro de las Letras de Puebla

Tras las jornadas de la UNAM dejamos México DF y salimos por carretera hacia Puebla para participar en el encuentro de escritores latinoamericanos que, en su inauguración, contó con las intervenciones de Juancho Armas Marcelo y de Jorge Volpi. Este evento servía de antesala a la Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Veracruz. En la primera de las mesas, celebrada en la Biblioteca Palafoxiana, nos sentamos a hablar de confluencias literarias Alonso Cueto, Juan Bonilla, Mónica Lavín, Carlos Granés y un servidor. Seguidamente tuvo lugar en la Benemérita Universidad de Puebla otra mesa redonda sobre cine y literatura en la que tomaron parte, entre otros, Senel Paz, Pablo Martín Carbajal o Ray Loriga. Al día siguiente (27 de noviembre) se debatió en el Complejo Cultural Universitario sobre el mundo actual de la edición en una mesa en la que participaron Guadalupe Martín Santana, José Luis Correa y Rafael-José Díaz junto al responsable editorial de Gallimard para América Latina, Gustavo Guerrero, y el editor madrileño, David Villanueva. Esa misma tarde se clausuró el encuentro con otra mesa redonda en la que tomaron parte Juancho Armas Marcelo, Jorge Volpi, Leila Guerriero, Pedro Ángel Palou e Ignacio Padilla.

La UNAM fue lo académico, la convivencia con profesores y estudiantes en una ciudad en donde todo es inmenso y en la que la distancia no es más que un punto de partida que nunca sabes adónde te terminará llevando. Toda esa grandiosidad y esa aventura diaria del DF se sosiega entre el barroco y la arquitectura colonial de Puebla o la cercana Cholula. Entre tequilas, mezcales y moles poblanos los escritores que convivimos en Puebla durante unos días concluimos que no hay más camino que la educación y la cultura si queremos aspirar a un mundo más tolerante y habitable. Sin palabras y sin ficciones el extravío será cada día más inevitable.

Guadalajara, la gran fiesta de la literatura

De Puebla regresamos a México DF y luego volamos a Guadalajara. En Jalisco me sentí siempre como en casa, por el clima y por la literatura, por los escritores con los que nos encontrábamos en el hall del hotel o en la feria, y también por esa sensación de que no

todo está perdido. Te extravías en un laberinto de stands y en un horizonte siempre poblado de libros. Desde que te recogen en el aeropuerto y te entregan la acreditación ya te unes a un festín diario en el que la literatura es la gran protagonista. Y este año, en la agenda oficial, y también en la revista de la FIL (en este caso dentro de los eventos estelares), aparecía Canarias protagonizando uno de los actos del lunes, 1 de diciembre. La FIL, la Cátedra Vargas Llosa y la Fundación Cervantes Virtual querían saber qué estaba pasando en estas islas y querían que les contáramos qué escribíamos y qué buscábamos los que fuimos invitados a la feria. Tratamos de contar y de contarnos, y me consta que el interés por Canarias se ha acrecentado todavía más tras las pistas y las ponencias de quienes participamos en ese encuentro histórico en Guadalajara.

En la mesa nos sentamos Pablo Martín Carbajal, Rafael-José Díaz, José Luis Correa, Guadalupe Martín Santana y un servidor. Se habló de procesos creativos, de argumentos, de la condición universal de nuestras letras, de la cadencia y la sintaxis de nuestro acento y, sobre todo, se insistió en la idea de que ahora mismo se vive un momento de esplendor en la literatura canaria.

Entre el público tuvimos la suerte de contar con la presencia de los escritores canarios Juancho Armas Marcelo y Juan Cruz Ruiz, del editor canario Adolfo García, del ensayista colombiano Carlos Granés o del admirado escritor peruano Alonso Cueto. Escribo esto en mitad del mismo océano que ha visto ir y venir las miles de combinaciones de un abecedario y de una lengua que compartimos más de cuatrocientos millones de personas. Todo escritor es una isla, pero cuando escribe deja de estar aislado. También lo hace cuando viaja y cuando tiene la suerte de enriquecer su existencia con momentos inolvidables. Durante dos semanas fuimos felices en un país tan acogedor como literario, en la casa de Rulfo y de Carlos Fuentes, en el hogar de Octavio Paz y de Alfonso Reyes. Había una gran fiesta y esta vez nosotros formábamos parte de ella.






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